14.4.12

Existencias

Él ya no existe. Se lo fueron tragando las olas que también a mi me golpearon.

Él existe hoy, tal vez mañana, pero ayer ya no está ahí.

Como yo existo hoy, tengo problemas en asegurar su existencia.

Sé unas cuantas cosas sobre su ayer-existencia.

Él empata cuando le duele, y yo me desborono cuando le veo hacerlo.

Se dirige con ojos fijos, pantalones serios y pasos decididos a ilustrarse un mejor camino.

Lo felicito, el ego le ha servido, y le servirá, pero hacia mí es solo el imán separador.

Yo existo hoy, existí ayer y existiré.

Existo porque me emociono o lloró, existo porque soy fuerte y frágil a la vez.

Pero como él ya no existe, no lo comprende.

No se pueden esconder dinosaurios, ni pretender existencias cuando dos almas se aman y se odian.

Observando sus extrañas decisiones le pregunto a la yo que existe.

¿en qué existencia encontrarás al sol, tu felicidad?

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